El trabajar con la música en las aulas de Educación Infantil
no consiste solo en cantar por cantar o el escuchar una serie de canciones
porque sean bonitas. Todo lo que se hace en el aula tiene un fin: ayudar al
alumnado en su desarrollo y su conocimiento.
Este tipo de trabajo con los/as niños/as es primordial, ya que
posibilita la adquisición de conocimientos estipulados en la Orden del 5 de
agosto de 2008, por la cual se regula el currículum de Educación infantil en
Andalucía. En esta orden, se debe destacar la primera área de conocimiento, la
cual trata sobre el conocimiento de sí mismo y la autonomía personal. El
dominar esto es fundamental para el correcto desarrollo de las personas, ya que
asientas las bases de su autoestima y su autoconcepto. Sin ir más lejos, esta
orden defiende que “el concepto que los niños y niñas construyen de sí mismos
es en gran parte una interiorización de la imagen que les muestran quienes los
rodean, y de la confianza que en ellos depositan”(p.24). Una forma con la que
la música ayuda a esto es al enseñar canciones, ya que estas posibilitan sus
interacciones con el medio y aquellos que lo forman. Además, al reproducir
dichas canciones se refuerza a los niños y a las niñas con un “muy bien” o “que
bien cantáis”. Estas afirmaciones influyen de manera positiva en ellos/as,
reforzando una buena imagen de sí mismos.
Por otro lado, el currículum también defiende que los niños
y las niñas descubran “el placer de actuar conjuntamente, el sentimiento de
amistad, aprendiendo a colaborar con los otros y a respetarlos, a valorar la
vida en común y a respetar las normas que permitan la convivencia”(p.24). Cuando
se realizan canciones conjuntas, donde deben ir todos a la par, y bailan entre
ellos, siguiendo un compás y ritmo al que deben ajustarse todos/as, ven la importancia
de trabajar conjuntamente, del placer mismo de estar en grupo y de que, en caso
de un baile con coreografía, existe cierta belleza en estar compenetrado entre
tus compañeros/as, sabiendo qué van a hacer y cómo, y adaptándote tú mismo a
sus movimientos. La música, ya sea cantada o bailada, facilita las
interacciones de los/as niños/as entre iguales y con los adultos, reforzando su
autoestima y autoconcepto gracias a las mismas.
Por otra parte, el conocimiento del esquema corporal de
ellos mismos, el saber qué pueden y que no pueden hacer con su cuerpo, son
cosas que se posibilitan gracias a la danza, ya que mueven sus extremidades,
torso y cabeza siguiendo un ritmo, y realizando ejercicios que les permiten
conocer sus límites, como al saltar o al estirar sus brazos en una canción.
Ya para terminar, es importante tener en cuenta los
objetivos que esta área de conocimiento pretende lograr en Educación Infantil.
Estos objetivos se trabajan casi de forma imperceptible, donde la música puede
considerarse como una herramienta para lograrlos. Para ello, se puede emplear
canciones para expresar cómo se sienten, si felices o tristes; organizar sus
ideas al ampliar los propios niños y niñas la letra de las canciones; y, siendo
el más importante, hacer estas acciones por placer, donde el cantar y el bailar
ayuda a descargar frustraciones y tensiones, recurriendo al mismo para sentir y
transmitir sentimientos, donde gracias a dichas acciones se puede tener una
forma de VIDA más plena y placentera.
(RECUPERADO DE: https://www.saturdayeveningpost.com/wp-content/uploads/satevepost/2018-11-01-bonfire.jpg)
Realizado por: Cristina Roldán Postigo